Tendedero en una calle de la Isleta del Moro, Parque Natural de Cabo de Gata-Nijar.
Como se puede apreciar dicho tendedero está ocupando de manera permanente el «espacio público». Un espacio público que en las grandes urbes es «sagrado», imposible de colonizar, e impersonal.
Aquí sin embargo, el espacio público se vuelve personal y doméstico: Una manera de ocupar el territorio de manera sostenible, al menos para nosotros mismos.